El Ruquito del Fondo
El arte corre por sus venas, el duende siempre le acompaña, por su sangre fluye el flamenco. Kilian Amaya Heredia lo sabe y se siente orgulloso, está convencido que el resto de pasajeros del metro están deseando admirar sus habilidades en el cante jondo y las palmas. Decide que hoy será el día de suerte de esos pasajeros, y ni corto ni perezoso empieza a tocar palmas, empezará con una bulería, para seguir con unos fandangos. La voz se le va entonando, y se anima al ver la cara de incredulidad de la gente, en su vida han visto algo parecido.
Se abre el chándal Adidas para que se vea bien el cordón de oro con la cara de Cristo, esto hará más auténtica la actuación. Intenta taconear con los mocasines, pero no suenan tan bien como unos zapatos de bailaor, sinó hubiese sido apoteósico. Solo le faltan Paco de Lucía y Tomatito acompañándole para ser como Camarón. Después de 20 minutos de obligarse a fondo, decide que es momento de enseñar otra de las facetas que le han hecho famoso en el mundo entero: torear mejor que Manolete.
Se pone manos a la obra y empieza a dar pases de maestro a un toro invisible. Ahora una Verónica, ahora dos saltos de la rana, ahora de rodillas... está siendo su mejor día, va a por las dos orejas y el rabo. Lástima que llega el final de la línea de metro y tiene que bajar. Otro día podrán seguir admirando su arte, ahora toca ir a hacer algo que no sea honrado.
Por suerte para los demás pasajeros, entre los que yo me encontraba, al llegar a la parada lo perdimos de vista y pudimos volver a sumergirnos en los ruidos habituales del día a día, menos molestos que los que producía aquel inadaptado.
1 comment:
Creo que eres un prejuicioso y un amargado.
Primero, que alguien sea gitano y lleve chandal con mocasines no significa que vaya a hacer algo no honrado.
Y segundo. Si te sientes afortunado por sumergirte en los ruidos habituales del día a día es que aun no te has dado cuenta de lo que es la vida.
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